Conocer cómo funciona el cerebro implica determinar cómo se establecen las redes neuronales, es decir, el cableado que hace funcionar a la mente.
El cerebro sigue siendo un misterio para la ciencia. Si entendiésemos cómo funciona, seríamos capaces también de determinar por qué se producen trastornos como laesquizofrenia o las enfermedades neurodegenerativas.
La tecnología puede servir en estos esfuerzos. La impresión 3D, por ejemplo, nos ayuda a modelizar los giros del cerebro. E incluso la luz y los ultrasonidos pueden servir para controlar las neuronas. En el estudio de la mente, cobra una especial relevancia el papel que juegan las redes neuronales, es decir, el cableado que conecta nuestras células nerviosas.
Y ahora una nueva investigación ha logrado mapear las conexiones de nuestro cerebro con mayor precisión que nunca. Para ello han utilizado una técnica conocida en inglés como “viral neuronal tracing“. La tecnología consiste en emplear virus que infectan a las células nerviosas para encender y apagar las neuronas, conociendo así cómo funcionan las redes neuronales.
Científicos del Instituto Salk de California han mejorado veinte veces la eficacia de esta técnica con el objetivo de mapear con más precisión que nunca las redes neuronales. Un tipo modificado del virus de la rabia puede utilizarse para que, mientras salta de célula en célula, podamos conocer qué cableado se está encendiendo y apagando.
Según Edward Callaway, profesor del Instituto Salk, “para entender del todo las funciones del cerebro, debemos comprender cómo las diferentes neuronas se conectan unas con otras a lo largo de diferentes áreas cerebrales. Los métodos de trazabilidad con el virus que hemos desarrollado lo hacían posible, pero solo etiquetábamos una pequeña fracción de todas las conexiones”.
La mejora realizada ahora no solo servirá en investigación básica. Además de mapear con más detalle las redes neuronales, los científicos creen que esta nueva técnica permitirá entender un poco mejor qué ocurre cuando las conexiones y los mensajes entre las células nerviosas fallan. Este problema sucede, por ejemplo, con el desarrollo de trastornos como el autismo o la esquizofrenia.
Eso es posible porque la tecnología permite visualizar el “cableado” neurona a neurona, algo inimaginable hace solo unos años. Gracias a avances como este, cada vez entendemos un poco mejor el cerebro, el gran secreto que queda por revelar para la ciencia.
Imágenes | Gerry Shaw (Wikimedia), Instituto Salk
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