Ensayos sobre inteligencia, bases para el planteamiento de una IA solida. Introducción al diseño de sistemas inteligentes duales-1ªparte.
En este artículo trato de exponer las bases conceptuales y las reflexiones intelectuales que acompañan mis enfoques de diseño de sistemas inteligentes duales (sistemas de inteligencia artificial y humana cooperantes). Siempre he creído que un diseñador es un intelectual pragmático, que trata de expresar en sus creaciones los planteamientos y reflexiones que determinan su enfoque de diseño, y por tanto no debe renunciar a plantear dichos planteamientos.
Inteligencia y complejidad
Ningún ser humano es consciente de los procesos inferenciales que se producen en su cerebro en un momento t, la autorreferenciación o el conocimiento preciso de uno mismo parece limitado desde el punto de vista sistémico por el teorema de la incompletitud de Gödel, principio limitador que establece que existe una diferencia entre lo que por medios de la lógica es demostrable y lo que la inteligencia humana determina como cierto, y que fue utilizado por Penrose para defender su proposición de que la Inteligencia Humana no es mecánica en su naturaleza y que dentro de los microtúbulos de la sinapsis de las neuronas se producen fenómenos cuánticos complejos (enmarañamiento cuántico) que determinan nuestros razonamientos.
Figura-Enfoques de la IA en función de la complejidad (Walt)
Sin embargo, Minsky sostiene que la inteligencia humana es capaz de errar y de comprender situaciones que en realidad son inconsistentes o falsas, y transformar las estructuras y procesos del aprendizaje, creatividad y resolución de problemas mediante la evolución de los mecanismos de procesamiento simbólico (lenguajes) y, por tanto, de las estructuras neuronales para, progresivamente, adaptarse mejor a esas situaciones.
El propio Gödel reconoció su creencia acerca de que los seres humanos tienen una forma no computacional o mecánica de llegar a la verdad, a través de la intuición. Por otro lado, la neurofisiología cerebral demuestra que nuestro cerebro tiende a convertir en patrones todas las señales que recibe, provengan estas del cuerpo o del entorno, y que dichos patrones intervienen de forma decisiva en nuestro comportamiento.
Podemos decir entonces que nuestros razonamientos están sometidos a procesos complejos de comunicación y control mecanicista, de detección y gestión de patrones, de fenómenos cuánticos que influyen definitivamente en los flujos de interacción neuronal que producen consciencia, o podemos concluir que la inteligencia definida en su máxima expresión en el ser humano es un sistema complejo y dinámico que responde precisamente a la complejidad del mundo real que tiene que comprender y sobre el que tiene que operar para poder sobrevivir.
Nuestros trabajos sobre el estudio y diseño de sistemas complejos de inteligencia artificial nos obligan a tener en cuenta todas las dimensiones acerca de la complejidad inherente a la Inteligencia Humana, un enfoque integral de la inteligencia, nos permite tener un instrumento para poder simular, estudiar y experimentar la inteligencia humana, mejorando sus procesos y productos, pudiendo generar modelos sistémicos de una IA sólida basadas en sus dimensiones cuánticas, bioquímicas, neuronales y cognitivas.
Wiener, Bertalanffy y Penrose representan referentes complementarios a la hora de entender la singularidad de la inteligencia, desde una concepción sistémica y unitaria, inherentemente unida a la creación, evolución y funcionamiento de los seres vivos.
Wiener e ilustres predecesores, como Von Neumann, estudiaron desde un punto de vista matemático y neurofisiológico los procesos y estructuras de comunicación y control que intervienen en el sistema nervioso en general, y en el cerebro en particular. El primero centró sus trabajos en la idea del control de retroacción, es decir, la influencia de la respuesta o “salida” de un mecanismo sobre el estímulo de entrada y sobre el propio mecanismo. En cuanto a Von Neumann, se centro más en el mecanismo en sí -o “caja negra”-; estos dos elementos descritos, como son el principio retroacción y los conceptos de jerarquía y abstracción presentes en los mecanismos de la caja negra, son fundamentales para el estudio de la inteligencia como una maquina cibernética. Desde este punto de vista, no podemos olvidar la necesidad de estudiar los procesos energéticos y termodinámicos producto del comportamiento bioquímico del cerebro.
Figura-Modelo Cognitivo de un Sistema Inteligente.
Mención aparte merecen los trabajos de Von Bertalanffy y Penrose, el primero por la creación de la teoría general de sistemas, entendida como una disciplina que trata de las propiedades generales y de las leyes de estos, y entendiendo como sistema un conjunto de elementos interrelacionados entre sí y con el entorno; la TGS, según escribe el maestro Calle Guglieri tiene las siguientes características:
Ser una teoría organicista, es decir, antirreduccionista.
Insistir en la actividad primaria como característica esencial del ser humano.
Insistir en la función simbólica o diferenciación zoomórfica.
Utilizar los seres vivos como su modelo primario de sistemas.
El hombre es un sistema abierto y no homeostático, puede aumentar su entropía negativa por asimilación de información y decisión libre. La noción de abierto es equivalente a la circularidad, representada esta por los procesos orgánicos y cognitivos.
(Neurocibernética del Cerebro. Pirámide 1977).
Desde mi punto de vista, la mayor aportación de la TGS es que nos ayuda a entender la realidad como una jerarquía de “todos” organizados y plantear una metodología que permite describir modelos integrales de sistemas representados por los seres vivos y su ecosistema vital, social y técnico.
Finalmente, Penrose introduce un salto cualitativo en dos sentidos. En primer lugar centra su trabajo científico en la comprensión de la mente, dejando de considerarla como un epifenómeno de los procesos de la inteligencia y, en segundo lugar, sin poder excluir sus trabajos de la visión totalista de la TGS, introduce los fenómenos cuánticos como elementos explicativos de la comprensión.
Si Penrose está en lo cierto, podríamos encontrar una base sobre la cual poder explicar y mejorar muchos procesos que determinan como piensa el ser humano, la naturaleza de la mente, la consciencia, los fenómenos empáticos de creación de consciencias colectivas, etc.
Introducción a los Sistemas Inteligentes Duales, Humanos y Artificiales/Cognitivos y Racionales
El pensamiento entendido como actividad cerebral implica la movilización de recursos en una configuración específica que he denominado “Ingenios”(en honor del español Juan Huarte de San Juan que el siglo XVI estableció, de una manera más o menos explícita, que al hablar de Inteligencia era más atinado describirla en función de las facultades mentales o “INGENIOS”), en función del objetivo de dicha actividad, estos recursos dan soporte a todos los procesos originados por estímulo interno o externo, por un objetivo, por los resultados de otros pensamientos o por condicionamientos genéticos.
Dichos recursos o “Ingenios” se dividen en dos tipos:
1.Ingenios Cognitivos: Recursos inherentes a la estructura cerebral humana que nos dan capacidades y habilidades similares a todos los seres humanos y que están en la base fisiológica de nuestro cerebro, condicionadas genéticamente pero con capacidad de evolución natural o intencionada.
2.Ingenios Racionales: Recursos creados por el hombre que permiten organizar, optimizar y evaluar los procesos de pensamiento. Asimismo, estos recursos permiten replicar con facilidad determinadas tareas en máquinas como computadoras a través de dispositivos hardware y software.
Como Minsky postula: “Cada uno de nuestros procesos de pensamiento es el resultado de activar ciertos recursos, al mismo tiempo que desactivamos otros, cambiando sí los modos de pensamiento de nuestro cerebro”.
Al contrario de lo que se cree comúnmente y lo que algunos “ gurús de la simplicidad” difunden, los recursos cognitivos y racionales que se ponen en marcha para el enamoramiento o para la toma de una decisión son similares en su base pero con una configuración en estructura y secuencia completamente distinta, al mismo tiempo que desactivan recursos semejantes.
En este sentido definiremos las emociones como procesos específicos de pensamiento encaminados a potenciar otros procesos de distinto signo. A dichas emociones las denominaremos de ahora en adelante "habilidades cognitivas".
A partir de los planteamientos anteriores, el diseño de un sistema inteligente dual supone una reflexión global sobre todos los recursos cognitivo-racionales que deben concurrir en un modelo coherente.
Con el fin de tener un modelo de referencia de diseño de sistemas inteligentes, he creado un enfoque sistémico que me permita evaluar, diagnosticar y mejorar, desde un enfoque cognitivo-racional, los procesos y los comportamientos de las organizaciones humanas.
Estos sistemas principales se componen de importantes subsistemas que interactúan entre sí de forma coherente en un modelo complejo desde el punto de vista sistémico pero progresivo en cuanto a la incorporación de dichos sistemas a las organizaciones. Dicho de otra manera, la incorporación de cualquiera de los sistemas y subsistemas identificados en el modelo equivale a la mejora de una o varias facultades cognitivas o racionales en la organización, haciéndola cada vez más inteligente en términos de los “Ingenios” o facultades intelectivas incorporadas.
LMT-2021
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