La vacuna del virus del papiloma protege del cáncer más allá del cuello de útero
Por primera vez una guía médica recomienda la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) para prevenir los cánceres asociados a este patógeno de transmisión sexual en personas en alto riesgo. La ha elaborado un comité de diez expertos liderado desde el hospital Vall d’Hebron y el Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) a partir de 476 estudios científicos publicados entre 2006 y 2016.
Según la nueva guía, publicada en la revista Eurosurveillance,
hay evidencias para afirmar que sería beneficioso aplicar la vacuna
contra el VPH a personas infectadas con el VIH, hombres que mantienen
relaciones homosexuales, mujeres adultas con lesiones malignas en el
cuello del útero o que hayan recibido un trasplante, pacientes con
síndrome de insuficiencia congénita de médula ósea y pacientes con
papilomatosis respiratoria recurrente, una afección vinculada al VPH.
“A lo largo de toda la vida, la probabilidad de contraer una
infección por el virus del papiloma es de más del 80% en mujeres y de
alrededor del 90% en hombres. Prácticamente todas las personas
sexualmente activas tienen riesgo de infectarse”, ha declarado en rueda
de prensa Magda Campins, directora del servicio de medicina preventiva y
epidemiología del hospital Vall d’Hebron e investigadora del VHIR. En
el 90% de los casos, la infección por VPH se resuelve espontáneamente
sin complicaciones.
Sería beneficioso aplicar
la vacuna contra el VPH a personas infectadas con el VIH, hombres que
mantienen relaciones homosexuales, mujeres adultas con lesiones malignas
en el cuello del útero o que hayan recibido un trasplante, pacientes
con síndrome de insuficiencia congénita de médula ósea y pacientes con
papilomatosis respiratoria recurrente, una afección vinculada al VPH
El 10% restante de las infecciones no se curan y el virus persiste
en el cuerpo. Un 1% de estos casos (el 0,1% de las infecciones totales)
acaba derivando en lesiones malignas y en cáncer. El más prevalente es
el cáncer de cuello de útero, del que cada año se producen unos 530.000
nuevos casos en todo el mundo, y que sólo se da en personas infectadas
por el VPH. Para prevenir este tipo de tumor, en España y en muchos
otros países se incluye la vacuna contra el VPH en el calendario de
vacunación de las niñas adolescentes.
No obstante, se calcula que este virus provoca otros 100.000 casos de
cáncer cada año en el mundo. El más frecuente es el de orofaringe, que
afecta a la cavidad bucal y a la garganta. “Tradicionalmente este cáncer
se relacionaba con el consumo de tabaco y alcohol, pero a medida que
éste ha ido disminuyendo, ha aumentado la importancia del virus del
papiloma. Ahora, hasta un 50% de los cánceres orofaríngeos se relacionan
con este virus, también por los cambios de hábitos sexuales en la
población”, informa Campins, que ha liderado el comité de expertos.
Además de este tipo de tumor, también se asocian al VPH los cánceres de
vulva, de vagina, de ano y de pene.
"Prácticamente todas las personas sexualmente activas tienen riesgo de infectarse”
“En algunos grupos de riesgo se multiplica la prevalencia de
la infección”, informa Xavier Martínez-Gómez, médico del servicio de
medicina preventiva y epidemiología de Vall d’Hebron. Por ejemplo, ya
que los niños no reciben la vacuna de forma sistemática, a diferencia de
las niñas, los hombres homosexuales están más expuestos al virus. En
otros casos, como los pacientes con VIH o receptores de un trasplante,
el sistema inmunitario no tiene suficiente fuerza para hacer frente a la
infección y es más probable que surjan complicaciones. En estos
colectivos de riesgo, sobre los que hasta ahora no había recomendaciones
médicas claras para la vacuna, el resto de tumores ganan peso frente al
cáncer de cuello de útero.
Los expertos advierten, sin embargo, que la mayoría de estudios
científicos se concentran en edades por debajo de 26 años, por lo que
las recomendaciones se centran en esta franja. “Pensamos que por encima
de este grupo de edad la vacuna probablemente también sería
trascendental, pero no se puede concluir con los datos de que
disponemos”, señala Martínez-Gómez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario