Hallan una proteína que mantiene el sistema inmunitario bajo control
La molécula modera la respuesta proinflamatoria y protege al organismo de la acción desmesurada de las células inmunitarias.
Cuando un paciente fallece por sepsis, no muere a causa de las bacterias que la ocasionan, sino por la respuesta desmesurada del sistema inmunitario. La acción regulada de los inmunocitos protege al organismo, mas fuera de control, esta acaba por dañar los órganos y tejidos. Los macrófagos y, en concreto las citocinas inflamatorias que producen, estimulan las demás células inmunitarias, pero liberadas en exceso pueden resultar más perjudiciales que beneficiosas.
Ahora, investigadores de la Universidad de California en San Diego, liderados por Pradipta Ghosha, describen el modo en que una proteína atenúa la respuesta inflamatoria desencadenada por los macrófagos.
Localizado en la superficie de los inmunocitos, el receptor de tipo Toll número 4 (TLR4, por sus siglas en inglés) actúa como una suerte de detector de moléculas, como el lipopolisacárido o LPS, que constituyen la membrana externa de las bacterias Gram negativas. Una vez reconocidas, se inician una serie de mecanismos moleculares que culminan con la secreción de citocinas proinflamatorias.
Sin embargo, de acuerdo con los resultados, publicados por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, la presencia de la proteína GIV en los macrófagos inhibe la expresión de genes proinflamatorios. Al parecer, dentro de la célula, GIV se une al dominio citoplasmático de TRL4, de modo que cuando el receptor reconoce la bacteria es incapaz de transmitir las señales que desencadenan la respuesta inflamatoria. Además, GIV reduce la sensibilidad de TRL4 al LPS. Es decir, disminuye la habilidad del receptor para detectar la molécula bacteriana.
Los autores demostraron este mecanismo tanto en células cultivadas, como en ratones. Asimismo, mostraron que la expresión de GIV mejoraba el pronóstico de los animales, en modelos experimentales de sepsis y colitis. En concreto, la proteína inhibió la tormenta de citocinas característica de la sepsis, mientras que protegió el tejido intestinal del daño ocasionado por la inflamación, en la colitis. En cambio, en ausencia de GIV, los roedores cursaron ambas enfermedades con graves síntomas, que incluso acortaron su esperanza de vida en el caso de la sepsis.
Para Ghosha y sus colaboradores, el hallazgo evidencia los finos mecanismos que regulan la respuesta del sistema inmunitario. Conocerlos resulta esencial para tratar los desajustes que pueden tornar una acción de defensa protectora, en devastadora para el organismo.
Marta Pulido Salgado
Referencia: «TLR4 signaling and macrophage inflammatory responses are dampened by GIV/Girdin», de Lee Swanson et al., en Proceedings of the National Academy of Sciences, publicado el 14 de octubre de 2020.
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