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sábado, 14 de marzo de 2020

Las efectivas medidas de Corea del Sur para controlar el coronavirus---Coronavirus: la Naturaleza no negocia X.Ferras

Las efectivas medidas de Corea del Sur para controlar el coronavirus

Campañas masivas de pruebas y rastreo de datos de los contagiados son algunas de sus acciones.

Entre las medidas que ha tomado Corea del Sur para contener la expansión del coronavirus, está la desinfección de todos los espacios públicos en las ciudades del país.

12 de marzo 2020 , 10:52 a.m.
Tras registrar una oleada de contaminaciones, Corea del Sur logró reducir de manera significativa el número de nuevos casos de Covid-19 al mismo tiempo que conservó al parecer una tasa de mortalidad relativamente baja.

El miércoles, Corea del Sur registraba 7.755 casos confirmados, lo que hace de ella el cuarto país más afectado. Pero el número de nuevos casos se redujo considerablemente, y solo 60 personas han muerto hasta ahora. ¿Es Corea del Sur el modelo a seguir en la lucha contra la epidemia?
¿Cómo gestionó la epidemia?
Contrariamente a China, que escogió confinar a millones de personas, Corea del
Sur adoptó una estrategia que combina información al público, participación de la población y una campaña masiva de pruebas.
Los allegados de todas las personas contaminadas son buscados de manera sistemática antes de proponerles hacerse una prueba.


Los desplazamientos de los enfermos antes de ser diagnosticados positivos son rastreados a través de imágenes de videovigilancia, utilización de su carta bancaria o de la situación de su teléfono celular, y luego publicados. Son enviados sms a las personas cuando un nuevo caso es detectado cerca de sus casas o de su trabajo.

Esta estrategia levantó interrogantes evidentes sobre la protección de la vida privada. Pero condujo a muchos a hacerse las pruebas. Corea del Sur realizó más pruebas que cualquier otro país, a un ritmo de unos 10.000 por día, lo que posibilitó enfrentar muy temprano los focos de infección.





La realización masiva de pruebas de detección del virus permitieron tratar la epidemia a tiempo en Corea del Sur.
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¿Cómo lograron hacer tantas pruebas?
El miércoles, el número total de pruebas efectuadas era de 220.000. El país tiene 500 clínicas habilitadas para realizarlas, entre ellas unas cuarenta clínicas ambulantes, para reducir los contactos entre enfermos potenciales y trabajadores de la salud.

Corea del Sur aprendió de sus propios errores y especialmente de la carencia de pruebas disponibles cuando la crisis en 2015 del Síndrome respiratorio del Medio Oriente (Mers).

Desde entonces aceleró los procedimientos para poner en el mercado las pruebas, y unas semanas después de la aparición del coronavirus en China, Corea del Sur dio su autorización para suministrar a las clínicas una nueva prueba para diagnosticar el Covid-19 en seis horas.
El país tiene 500 clínicas habilitadas para realizar las pruebas, entre ellas unas cuarenta clínicas ambulantes

¿Cuál fue la reacción de la población?
Las autoridades lanzaron una campaña de "distanciamiento social" exhortando a la gente a quedarse en sus casas, a evitar las congregaciones y a reducir los contactos.

Esto tuvo como consecuencia que barrios por lo regular muy frecuentados se vaciaran, mientras almacenes y restaurantes tenían dificultades para atraer a los clientes.

Muchos acontecimientos deportivos o culturales fueron anulados y el porte de la mascarilla protectora se generalizó, como lo pedía el gobierno, que pudo contar con una población muy respetuosa de las consignas.
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¿Por qué la tasa de mortalidad es tan baja?
Es imposible calcular ya de manera precisa la tasa de mortalidad del Covid-19, que solo podrá ser conocida con exactitud después de la epidemia. La observación de las cifras transmitidas por los gobiernos da sin embargo la impresión de una mortalidad mucho más débil en Corea del Sur que en otros lados.

Diversos factores explican esta impresión. La campaña de pruebas hizo posible una atención temprana de los enfermos. Su amplitud facilitó que se presentaran muchas más posibilidades de localizar a los enfermos que no presentaban síntomas o muy pocos y que no fueron sometidos a pruebas en otros países.






Agentes de la policía surcoreana vigilan la Iglesia Shincheonji de Jesús en Daegu. La iglesia es el grupo de infección más grande del país y ha sido objeto de una revisión administrativa.
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Localizar más enfermos redujo matemáticamente la proporción de muertes. Además, la población infectada en el Corea del Sur tiene un perfil único, pues la mayoría de las personas contaminadas son mujeres, y cerca de la mitad tienen menos de 40 años.

Las autoridades lo explican por el hecho de que más del 60 por ciento de los casos de contaminación están relacionados con la Iglesia Shincheonji de Jesús, una organización religiosa a veces acusada de ser una secta. La mayoría de sus miembros son mujeres, muchas de entre 20 y 30 años de edad.

Se sabe que la tasa de mortalidad del coronavirus aumenta con la edad y los que tienen más de 80 años -y en particular los hombres- son los que tienen más riesgos.
¿Corea del Sur, ejemplo a seguir?"Las pruebas son una medida inicial crucial para controlar un virus", considera Masahiro Kami, del Instituto para la investigación de las políticas médicas, con sede en Tokio. "Por lo tanto un buen modelo para todos los países".

Corea del Sur "actuó rápido y bien", dice Marylouise McLaws, de la Universidad de Nueva Gales del Sur. "Es muy duro para las autoridades decidirse a aplicar medidas tan fuertes. Por lo regular eso se hace con retraso".

(Le puede interesar: China prueba nuevo método para detectar el coronavirus en 15 minutos)
(Lea también: Médicos, los grandes héroes de la epidemia del coronavirus en China)


https://www.eltiempo.com/mundo/asia/como-gestiono-corea-del-sur-la-epidemia-del-coronavirus-471972?fbclid=IwAR0EAkEfp7CMKPfCCz3bQE02l1U5lMz2LnmG9DT11c24v7WkTaYhAI1IBZg



Response to COVID-19 in Taiwan
Big Data Analytics, New Technology, and Proactive Testing
C. Jason Wang, MD, PhD1,2; Chun Y. Ng, MBA, MPH2; Robert H. Brook, MD, ScD3,4
Author Affiliations Article Information
JAMA.
Published online March 3, 2020. doi:10.1001/jama.2020.3151

Coronavirus: la Naturaleza no negocia

Hace unos días envié un tweet con una serie de pensamientos sobre el coronavirus, que sorprendentemente se volvió también viral. Más de 500.000 impresiones (visualizaciones), 6.300 likes, y más de 2.000 retweets. Algunos de los que lo comentaron, me sugirieron que lo escribiera en el blog. A eso voy, ampliando un poco dichas reflexiones.
1. Quizá el coronavirus acelere la implantación del teletrabajo. Ahora se está poniendo a prueba la verdadera madurez digital de las empresas. En pocos días, muchos, hemos hecho auténticas inmersiones intensivas en plataformas de videoconferencia y similares. Espero que estos instrumentos lleguen para quedarse. Ojalá se imponga también un nuevo estilo de liderazgo, más orientado a la confianza y a la medida de objetivos que al control y al recuento de las horas presenciales. Es evidente que ello no será posible en todas las profesiones. Pero hay margen de maniobra suficiente para amplias mejoras, con incrementos substanciales de la productividad, y oportunidades de conciliación de la vida familiar.
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2. También vamos a revisar el despliegue de las cadenas de suministro. La vieja globalización, en busca de las ventajas comparativas de los países (normalmente en coste), está profundamente cuestionada. La digitalización y la innovación hacen más volátiles y móviles los centros productivos. La convergencia de gran parte de Asia hacia economías de mercado desvanece las ventajas de costes. El reshoring (relocalización de actividades productivas a países de origen) se acelerará, por la necesidad de acelerar los ciclos de innovación (cosa que se consigue cerca de los centros de I+D), y por el temor a nuevos acontecimientos inesperados (pandemias, cambio climático, crisis políticas…
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3. Centenares de grupos de investigación en todo el mundo están compitiendo y cooperando a toda velocidad para conseguir la vacuna al coronavirus. Es un ejemplo de innovación orientada a misiones (resolver un reto humano urgente). Quizá de ahí también saquemos lecciones. Si el virus se propaga exponencialmente, las ideas y los conocimientos para combatirlo también lo hacen a la velocidad de la luz, a través de redes informáticas globales.
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4. La ciencia dispone hoy de instrumentos considerados imposibles hasta hace poco: supercomputadores e inteligencia artificial. Computadores como Summit, considerado el más rápido de la Tierra, se han puesto a trabajar, a la velocidad de la luz, para escanear miles de combinaciones moleculares que puedan generar una vacuna. El Barcelona Supercomputing Center está también en esa carrera contra el coronavirus. La inteligencia artificial puede modelar y testear virtualmente millones de patrones de moléculas que inhiban el contagio, o que combatan directamente al virus. La lección que debemos recordar es que jamás, jamás, se deben escatimar recursos a la investigación en campos tan críticos como estos.
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5. El coronavirus nos hace conscientes de nuestra extrema vulnerabilidad. Ante él, tenemos las mismas protecciones que las tribus del Paleolítico. Es una amenaza global que deja atrás y empequeñece los problemas y las discusiones políticas de sólo hace unas semanas. Por fortuna la mortalidad es baja. Buena suerte. Podría ser un virus mortífero que exterminase a la mitad de la población. Aún así, únicamente nos puede ayudar a superarlo la concienciación individual, la cooperación a gran escala y el conocimiento científico que hemos acumulado y que estamos generando.
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6. Se han roto todas las costuras geoestratégicas del viejo siglo XX. La respuesta ha sido dispar en los continentes. Tres “D”: Disciplina en Asia, Descoordinación en Europa, Darwinismo en EEUU. El modelo asiático, una vez más, ha sido el más eficiente ante una disrupción a gran escala. China, una dictadura, ha dado mejor respuesta a un gravísimo problema ciudadano que las democracias occidentales. Éstas deben tomar nota y actualizarse. Europa está reaccionando de forma caótica y descoordinada. La UE ha desaparecido. Es China quien está enviando material de apoyo, y especialistas, a una Europa colapsada, asumiendo el rol que EEUU ha desempeñado durante un siglo. Europa se convierte así en el apéndice occidental de Asia. Mientras, Trump habla de “un virus extranjero”, y, junto con Boris Johnson, parece prepararse para asumir un fuerte pico de mortalidad en sus poblaciones, priorizando la protección del sistema económico por encima del sistema sanitario.
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7 .¿Aguantará EEUU esta situación? Sin sistemas desarrollados de protección social, y sin una sanidad pública solvente, muchos norteamericanos enfermos no tendrán más remedio que seguir acudiendo al trabajo. Ni siquiera podrían pagarse los tests, así que muchos morirán sin tener oficialmente la enfermedad. Quizá con ello se ponga de manifiesto la necesidad de algún tipo de Renta Básica Universal, planteada incluso por alas conservadoras de think-tanks republicanos. O eso, o la revolución, en un país que crea riqueza tecnológica, pero no la distribuye eficientemente entre su población. La curva de desigualdad en EEUU es extrema. El final de la crisis del coronavirus alumbrará definitivamente un nuevo mundo de liderazgo chino.
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8. Admirable el uso de la tecnología que ha hecho Corea del Sur, posiblemente el país que mejor ha tratado la crisis. Una app distribuida a toda la población permite controlar la temperatura corporal, de forma sistemática, identificando a los individuos con signos de fiebre. Una unidad móvil se desplaza para hacerles la prueba. Si es positiva, se confinan en cuarentena. Todos geolocalizados, para garantizar que no se mueven. Cuando aparece una concentración geográfica de positivos (un clúster), se aísla esa zona. Esto sí que es un ejemplo de transformación digital.
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9. Ningún líder occidental ha dicho la verdad, quizá por ignorancia, quizá por miedo a la realidad, quizá por miedo a la pérdida de popularidad. Hay que revisar el sistema político de arriba abajo. Un sistema que ahora padece un mecanismo de inversión natural o de selección inversa. Los mejores huyen de la política. ¿Dónde están los Kennedy o los Churchill del momento? Claro que, éste, capaz de pedir a su pueblo “sangre, sudor y lágrimas”, ganó la guerra y perdió las elecciones. Quizá nuestra clase política prefiere perder la guerra, si con ello gana unas elecciones.
10. En Europa, especialmente tras la experiencia italiana, hemos tenido tiempo de prepararnos. No lo hemos hecho, y ahora pagaremos las consecuencias. El físico americano Albert Barlett dijo que una de las grandes carencias de los humanos es la incapacidad de comprender la potencia de las leyes exponenciales. Efectivamente, si cada persona circulando libremente contagia dos personas por día, el primer día habrá contagiado a 2. Que contagiarán a 4 el 2º día. Y éstos a 8 el 3er día, a 16 el 4º, a 32 el 5º. En 10 días, 1024 contagios. En 20 días, un millón. Por eso era absolutamente crucial cortar la cadena los primeros días, con mensajes y acciones tan serenas como contundentes. Hay que tratar a la población como adultos responsables, no como adolescentes malcriados. Y exigir que se comporten como tales.
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11. ¿Nos enfrentamos a una recesión? Muy probablemente. Hemos sufrido un “choque de oferta”, una disrupción o discontinuidad en las cadenas de suministro, que se ven imposibilitadas de producir o distribuir por la falta de suministros o de personal. Habrá un “choque de demanda”: empresas e individuos van a ver reducidos sus ingresos y sus capacidades de inversión y de consumo. Si respetamos la “distancia social” y cortamos rápidamente la propagación, en un par de meses todo puede estar resuelto. Si no existe una respuesta coordinada entre naciones, y absolutamente síncrona, un auténtico “apagón” temporal y simultáneo, el virus irá apareciendo y reapareciendo diabólicamente, amenazando los fundamentos de la economía global, y condenando a sucesivos países a la recesión.
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12. Finalmente, llevamos dos importantes avisos este año: la tormenta Gloria, y el coronavirus. Somos muy frágiles. Más vale que pongamos todos nuestros esfuerzos y recursos en lo que de verdad importa. Como dijo Greta Thumberg, la Naturaleza no negocia.
El mundo que nos dejará el coronavirus se parecerá poco al mundo donde nacimos.
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  • https://xavierferras.com/2020/03/coronavirus-la-naturaleza-no-negocia/?fbclid=IwAR3VfBOzF-ezjat_pb4u5MXrOjgYCGRD-0GF9CcXsYymSXCGf3xofQy1l4Y

 



















 

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