Para los padres que conocemos los riesgos de internet, sabemos del peligro por la posibilidad que tienen nuestros hijos de acceder a informacion que no son aun capaces de valorar.
Los juegos 'online', mensajeria, chats, foros, blogs, son muy visitados por los niños, en muchos de estos sitios les piden sus datos personales.
Los niños se confian facilemente, son ingenuos, faciles de manipular,son tambien diana de campañas de marketing de empresas, que insisten a los niños porque saben que acabran insistiendo a los padres.
La mayoría de las denuncias que recibe la AEPD tiene que ver con la obtención de datos de menores para fines publicitarios, según explicó el director, Artemi Rallo.
La guía, a la que se puede acceder mediante la página web www.agpd.es, está hecha tanto para los niños como para sus padres y contiene recomendaciones básicas, como dar un nombre falso a la hora de conocer gente para chatear. Esta guia pide a los menores no revelar contraseñas y comunicar a los padres antes de abrir un blog o página personal. Tampoco descargar programas desconocidos, porque hay virus que se instalan en el ordenador y permiten a los 'hackers' acceder a los datos.
¿es ingenua esta guia, al recomendar a los padres que naveguen al lado de sus hijos? En realidad sabemos que los padres a la hora que los hijos chatean estan trabajando, y es imposible controlarlos.
Esta responsabilidad hacia los padres sabiendo que no pueden en realidad estar al lado de sus hijos, por la nula conciliacion de vida laboral y familiar, me indica que los controles y las regulaciones solo seran efectivas si las realizan las instituciones, controlando unos accesos solo para mayores de edad, y no ridiculez de las paginas para mayores en que se debe aceptar en un click a la pregunta si eres mayor de edad.
La solucion podria venir con el DNI, o las firmas digitales, actualmente esta falta de regulacion posibilita que asumamos riesgos hasta que pase algo grave y entonces se tomen medidas.
Los padres, los psicologos, los pedagodos y las instituciones estan demostrando cierta pasividad ante el tema, y nuestros hijos menores y adolescentes, conocen los sitios y las formas de entrar paginas web, tan bien como las conoceriamos nosotros con su edad.
Falta empatia, etica, y control.