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viernes, 31 de octubre de 2008

A.Carlsson. P.Nobel

"Muchos científicos actúan como jefes de marketing"

La ciencia y el bolsillo

La Contra.LV (octubre 08)

Dulce y apasionado, el doctor Carlsson, que sigue yendo al laboratorio cada día, es de una sinceridad de las que empiezan por uno mismo: no es el primer Nobel que se queja aquí de cómo la investigación está subordinada a la búsqueda de beneficios de las farmacéuticas, aunque es el primero que aclara: "Pero es que somos todos quienes imponemos a las farmacéuticas la lógica del máximo beneficio en el mínimo tiempo". Las acciones de las farmacéuticas indician y participan en fondos de pensiones, fondos soberanos, fondos de inversión... Y todos queremos ganar dinero con ellas. "Está bien que busquen beneficios, pero también debería haber lugar - pide- para quienes buscan sólo conocimiento".

Aún investigo, ergo soy joven. Nací en Suecia. Tres hijos, dos hijas y once nietos: me divierto. Soy agnóstico, no sé si hay algo más allá. Creo en un capitalismo con regulaciones: la medicina está en la dosis. Participo en el III Simposio Internacional de Terapéutica Psiquiátrica

A nuestros conejitos les habíamos inyectado un antipsicótico que reducía el nivel de dopamina del cerebro...

¿Y qué hacían?

Nada. No se movían.

¿Por qué?

Porque la dopamina gratifica la acción; por eso, si careces de ella, no puedes moverte. La gratificación y la penalización están relacionadas en el cerebro. A un enfermo de parkinson incapaz de mover un dedo le gritas "¡Fuego!" y de pronto puede echar a correr.

¿Por qué?

No lo sabemos, pero cuando cesa la alarma, el enfermo vuelve a postrarse sin remedio. Nuestro conejito estaba postrado porque, al no tener dopamina, no tenía incentivos para moverse; entonces le inyectamos L-dopa y en quince minutos estaba correteando.

¿Qué dedujeron?

Al principio nos equivocamos e interpretamos que se trataba de la adrenalina... En fin, fue un proceso complejo de acierto y error.

¿Y hallaron la droga para el parkinson?

Todavía necesitamos diez años más de compleja experimentación: de momento sólo teníamos un modelo animal y sabíamos que la dopamina era la solución, pero no cómo administrarla a humanos.

¿Inyectándola?

Es un emético y provocaba vómitos. Hubo que engañar a... Pero todo el proceso es complejísmo. Vamos a aburrir a sus lectores.

¿Qué le hizo insistir cuando erraba?

La curiosidad. Sabes ver el problema y buscas la solución: y esa curiosidad es algo personal, íntimo. Hay médicos mucho más inteligentes que yo, pero no son tan curiosos. Si eres investigador, le das vueltas día y noche y al vislumbrar la solución..., ¡qué momento!

¿Y el ego?

El ego es una formidable motivación investigadora y a veces muy positiva. La energía utilizada para engrandecer un ego puede acabar redundando en un descubrimiento beneficioso para todos, pero en mi caso no tenía tanto ego. Lo mío fue curiosidad: ¡qué apasionante ha sido y aún es satisfacerla!

¿La curiosidad aún mueve la ciencia?

Me temo que todo ha cambiado y no siempre en la mejor dirección para todos.

Dicen que se investiga más que nunca.

El número de investigadores se ha multiplicado, pero los fondos destinados a la investigación no han crecido igual.

De eso se quejan.

Cuando investigaba la dopamina, yo tenía la suerte de tener dinero público sin exigencia de resultados a corto plazo, y eso me permitía ensayar con el único propósito de saber más, de descubrir y volver a preguntarme...

¿Hoy no es así?

Hoy los investigadores no pueden permitirse ese lujo. En mi época, la mitad de la investigación era pública y la otra privada: hoy casi toda está financiada por compañías farmacéuticas. Cada vez más investigadores tienen que competir por menos presupuesto a cambio de más exigencias.

¿No les hace ser más competitivos?

Les obliga a buscar resultados a corto plazo para seguir teniendo presupuesto. Las farmacéuticas han fagocitado la investigación médica y le han impuesto su lógica del máximo beneficio en el mínimo tiempo.

Tienen que pagar dividendos.

Quieren resultados explotables. Y eso condiciona la investigación, que se concentra en las áreas que producen no más conocimiento sino más posibilidad de beneficios.

¿Investigan la Viagra y no la malaria?

Es demasiado fácil culpar a las multinacionales. Sí, buscan beneficios a corto plazo y no conocimientos, pero ¿quiénes son las multinacionales farmacéuticas?

¿. ..?

¡Somos nosotros! Los fondos de pensiones suecos que pagan mi pensión; los fondos soberanos de muchos países; millones de accionistas de todo el mundo; los fondos de inversión que, a su vez, están indiciados con sus acciones... ¡Todos nosotros jaleamos esa lógica del máximo beneficio!

Todos tenemos que pagar recibos.

¿Por qué culpar entonces a unas empresas que hacen lo que les pedimos? Lo que apunto aquí es que no podemos dejar toda la investigación en sus manos: también necesitamos presupuestos públicos para la ciencia y el mero afán de saber sin plazo fijo.

¿A más dinero, mejor investigación?

Tampoco es tan fácil. No existe una relación mecánica entre el dinero que se invierte en un área y los resultados que se obtienen. Ese tipo de cálculos sirve, por ejemplo, para ir a la Luna. Si inviertes mucho, llegas antes, sí, pero ir a la Luna es un logro, pero no un descubrimiento. Tú ya sabías dónde estaba la Luna y qué era antes de partir.

Entonces...

Investigar es más bien lanzar una red en el mar de la intuición y esperar que la razón te guíe entre éxitos y fracasos. Todo conocimiento que hoy parece inútil puede ser la clave de un gran descubrimiento mañana. Por eso no se puede investigar pendiente sólo del resultado planificado. No funciona.

¿Qué propone usted, doctor?

Financiar a los que ya han conseguido algún descubrimiento, pero sin dejar de dar oportunidades a los que aún no han descubierto nada. Y no dejar toda la investigación sometida a la pura lógica de mercado.

Le veo preocupado.

Muchos investigadores actúan como jefes de marketing de las farmacéuticas y comprometen a la ciencia.

lunes, 6 de octubre de 2008

El tao de la fisica. Reflexiones F.Capra

Fritjof Capra, doctor en Física Teórica, escritor científico dedicado a las ciencias de la vida
"Mente y materia son las dos caras de la misma moneda"
IMA SANCHÍS - 06/10/2008

Hace 30 años se trasladó a California y abandonó la física teórica para profundizar en las nuevas teorías que entienden el mundo y la materia como un entramado de relaciones y consecuencias. Fundador del Centre for Ecoliteracy de Berkeley, que promueve la ecología y los sistemas de pensamiento en la escuela, profesor del Schumacher College en Inglaterra, un centro internacional de estudios ecológicos, y autor de cinco superventas científicos como El Tao de la física,acaba de publicar La ciencia de Leonardo (Anagrama), donde reivindica al artista como el padre no reconocido de la ciencia moderna. Ha expuesto sus teorías en el ciclo En Ressonància, organizado por Caixa Catalunya y KRTU.

69 años. Nací en Viena y, desde hace 30 años, vivo en California. Soy profesor y activista medioambiental. Casado y con una hija. Urge un cambio profundo en las estructuras empresariales, de estilo de vida y tecnológicas si queremos sobrevivir. Estoy cerca del budismo

La actual crisis económica y de seguridad, el agotamiento de los recursos y el cambio climático son distintas facetas de la misma crisis: --una crisis de percepción--

Algo hacemos mal, eso está claro.

Las grandes instituciones sociales, los líderes de empresa, los políticos, los profesores universitarios..., todos estamos fijados en --una visión del mundo totalmente obsoleta-- en el marco de un mundo globalizado y en crecimiento poblacional.

Descríbame esa visión obsoleta...

Es una visión del mundo muy tecnicista y mecanicista que entiende el universo como una gran máquina formada por distintos elementos que funcionan conjuntamente. De la misma manera entiende el cuerpo humano como una máquina totalmente separada de la mente, y la evolución, como una lucha competitiva para conseguir la subsistencia.

Una visión muy fragmentaria.

No hay una solución para un problema, todo está íntimamente interconectado.

¿Cuál sería la mirada correcta?

Requiere otra manera de pensar que tenga en cuenta las relaciones, los contextos y los patrones, lo que en la ciencia se denomina pensamiento sistémico o ecológico. Existe un choque muy profundo entre nuestra creencia de que el crecimiento es ilimitado y el hecho de que nuestro planeta sea finito.

Una gran contradicción.

Y esto refleja también la dicotomía entre el pensamiento lineal y las previsiones de futuro que hacen nuestros economistas, y el carácter no lineal de la biosfera.

Usted va más allá, roza la espiritualidad al afirmar que todo es uno.

Cuando uno se pregunta cuál es la esencia de la vida espiritual y estudia las enseñanzas y las escrituras de los grandes místicos de todas las culturas, encuentra un denominador común: un sentido muy profundo que implica estar conectado con algo más grande que nosotros mismos, con un todo. Y esa es la perspectiva ecológica del mundo.

¿Qué tiene de científica esta visión?

La ciencia en el siglo XX ha experimentado un cambio de paradigma muy profundo en su visión del mundo. Nuestros conocimientos actuales nos llevan a ver el mundo material como una red de relaciones inseparables. Y en cuanto a la separación entre cuerpo y mente, hemos comprobado que cada célula individual es un sistema cognitivo vivo de por sí, conectado con todo lo demás.

¿Y eso qué implica?

Que la mente y la materia son las dos caras de la misma moneda. La mente es la cara de los procesos, y la materia, la de las estructuras. Y el planeta se entiende como un sistema vivo que se organiza y se regula a sí mismo.

La teoría de Gaia.

Exacto. Por tanto, esta visión espiritual de que nosotros formamos parte de un todo interrelacionado, y que este todo está vivo, tiene una base científica.

¿Cómo desde la física, disciplina alejada de cualquier creencia, llegó al taoísmo?

Los físicos hemos ido estudiando la materia cada vez en mayor profundidad, y hemos observado que cuando se llega al nivel atómico y subatómico, el lenguaje y las imágenes con las que nos encontramos ya no son puramente mecanicistas como en niveles mayores, observamos que existen una serie de patrones de energía y una red de interrelaciones constantes. Esa revolución científica es la que describo en El Tao de la física,y la comparo con la visión de los místicos orientales.

¿Visión aplicable a todas las disciplinas? A principios de 1930 se dio en Europa una etapa de diálogo muy profundo entre biólogos, psicólogos y ecólogos. Todos estudiaban sistemas vivos: individuos, sistemas sociales y sistemas ecológicos, y todos intentaban entender la naturaleza fundamental de la vida.

¿Y?

Fue así como se dieron cuenta de que para describir un sistema vivo es fundamental la relación que se establece entre las distintas partes de ese organismo. Tanto los físicos como los que se dedicaban a las ciencias de la vida llegaron a la misma conclusión: para analizar cualquier situación, necesitamos basarnos en las relaciones, los contextos y los procesos.

Entonces, ¿cuál es la actitud para remontar esta crisis?

Hay que atar cabos, ver -- cómo se interrelacionan --todas las cosas porque no existen problemas aislados. Por ejemplo: que nosotros conduzcamos un determinado tipo de coche, que hagamos un uso concreto de la energía, significa que tendremos más emisiones de efecto invernadero.

... Y esas emisiones provocarán el calentamiento del planeta.

Sí, y a su vez, ese calentamiento hace que se deshiele un glaciar en Asia que provoca que los grandes ríos que salen del Himalaya, el río Amarillo y el río Ganges, se queden sin agua, lo que acaba en hambrunas. Por tanto, nuestras propias opciones individuales, nuestras decisiones, tienen implicaciones globales, todos somos responsables.

Tomo nota.

La buena noticia es que --existen soluciones-- para muchos de los problemas del mundo actual, y muchas son sencillas: tenemos los conocimientos, disponemos de las tecnologías y de la capacidad financiera necesarias para conseguir una sociedad sostenible.-- Lo único que nos falta es la voluntad política--

viernes, 3 de octubre de 2008

Nanoparticulas.Aplicacion oro






Un reciente trabajo presenta el diseño y la síntesis de nanopartículas de oro, un nuevo sistema multivalente para mejorar el efecto terapéutico de medicamentos contra los VIH. Se trata de SDC-1721, un fragmento del potente inhibidor del virus de inmunodeficiencia humana,el TAK-779.

La sal de amonio cuaternario TAK-779, es activa a concentraciones nanomolares y se une a los dominios transmembrana de CCR5. Su aplicación clínica ha encontrado problemas relacionados con la inflamación local en la zona de administración, promoviendo el ensayo de análogos sin este efecto adverso.

Uno de estos análogos: el uso de nanopartículas de oro combinadas con el fármaco TAK-779.


-Fabricación de nanopartículas de oro

Se desarrolla un método ecológico para fabricar nanopartículas de oro

Utilizando una clase de líquidos poco habituales conocidos como disolventes iónicos, investigadores del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Korea, ubicado en Daejeon, han desarrollado un método sencillo y no contaminante para producir nanopartículas de metales puros destinados a aplicaciones biomédicas. Este nuevo método se ha publicado en el Journal of Materials Chemistry.

El Doctor Huen Lee dirigió al equipo en su esfuerzo por desarrollar una síntesis en fase acuosa de nanopartículas de oro utilizando líquidos iónicos derivados de alcoholes. Lee y sus colegas vieron la posibilidad de utilizar los líquidos iónicos para obtener nanopartículas de metales debido a la capacidad que poseen este tipo de fluidos tanto para estabilizar como para facilitar la transferencia de electrones a iones metálicos. Esta transferencia de electrones es fundamental para la formación de nanopartículas metálicas a partir de iones metálicos disueltos en un disolvente



Fuente: Discovery News

bioinformatica




Bioinformática es una disciplina científica emergente que utiliza tecnología de la información para organizar, analizar y distribuir información biológica con la finalidad de responder preguntas complejas en biología. Bioinformática es un área de investigación multidisciplinaria, la cual puede ser ampliamente definida como la interfase entre dos ciencias: Biología y Computación y esta impulsada por la incógnita del genoma humano y la promesa de una nueva era en la cual la investigación genómica puede ayudar dramáticamente a mejorar la condición y calidad de vida humana.
Avances en la detección y tratamiento de enfermedades y la producción de alimentos genéticamente modificados son entre otros ejemplos de los beneficios mencionados más frecuentemente. Involucra la solución de problemas complejos usando herramientas de sistemas y computación. También incluye la colección, organización, almacenamiento y recuperación de la información biológica que se encuentra en base de datos.

Según la definición del Centro Nacional para la Información Biotecnológica "National Center for Biotechnology Information" (NCBI por sus siglas en Inglés, 2001):
"Bioinformática es un campo de la ciencia en el cual confluyen varias disciplinas tales como: biología, computación y tecnología de la información. El fin último de este campo es facilitar el descubrimiento de nuevas ideas biológicas así como crear perspectivas globales a partir de las cuales se puedan discernir principios unificadores en biología. Al comienzo de la "revolución genómica", el concepto de bioinformática se refería sólo a la creación y mantenimiento de base de datos donde se almacena información biológica, tales como secuencias de nucleótidos y aminoácidos. El desarrollo de este tipo de base de datos no solamente significaba el diseño de la misma sino también el desarrollo de interfaces complejas donde los investigadores pudieran acceder los datos existentes y suministrar o revisar datos

Luego toda esa información debía ser combinada para formar una idea lógica de las actividades celulares normales, de tal manera que los investigadores pudieran estudiar cómo estas actividades se veían alteradas en estados de una enfermedad. De allí viene el surgimiento del campo de la bioinformática y ahora el campo más popular es el análisis e interpretación de varios tipos de datos, incluyendo secuencias de nucleótidos y aminoácidos, dominios de proteínas y estructura de proteínas.

Nanotecnologias


La nanotecnología es un campo de las ciencias aplicadas dedicado al control y manipulación de la materia a una escala menor que un micrómetro, es decir, a nivel de átomos y moléculas (nanomateriales). Lo más habitual es que tal manipulación se produzca en un rango de entre uno y cien nanómetros. Para hacerse una idea de lo pequeño que puede ser un nanobot, más o menos un nanobot de 50 nm tiene el tamaño de 5 capas de moléculas o átomos (depende de qué esté hecho el nanobot).

La nanotecnología avanzada, a veces también llamada fabricación molecular, es un término dado al concepto de ingeniería de nanosistemas (máquinas a escala nanométrica) operando a escala molecular. Se basa en que los productos manufacturados se realizan a partir de átomos. Las propiedades de estos productos dependen de cómo estén esos átomos dispuestos. Así por ejemplo, si reubicamos los átomos del grafito (compuesto por carbono, principalmente) de la mina del lápiz podemos hacer diamantes (carbono puro cristalizado). Si reubicamos los átomos de la arena (compuesta básicamente por sílice) y agregamos algunos elementos extras se hacen los chips de un ordenador.

Las aplicaciones médicas de las tecnologías nanoescalares tienen el
potencial de revolucionar el cuidado de la salud al brindar poderosas
herramientas para diagnosticar y tratar las enfermedades desde un nivel
molecular. Sin embargo, el celo actual en pos de tratamientos potenciados a
nivel nanométrico puede desviar los escasos fondos destinados a la
investigación y el desarrollo de la medicina y de los servicios esenciales de
salud, disminuyendo los recursos directos destinados a los aspectos no médicos
de la salud y el bienestar comunitarios. Aunque se proclama que la medicina
nanológica es una solución a las urgentes necesidades de salud en el Sur global,
en realidad surge del Norte y la diseñan primordialmente para los mercados
ricos. El fin último de que la industria farmacéutica utilice tecnologías
nanoescalares es hacer que todas las personas se vuelvan pacientes y que todo
paciente sea un cliente que pague por “medicar” sus afecciones sociales con
drogas y dispositivos que mejoren el desempeño humano (también apodados
HyPE)