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lunes, 23 de septiembre de 2013

El viejo debate ...Punset

¿Será posible que lo importante no sea lo que uno hace, sino lo que uno piensa? ¿Y será verdad que los efectos de lo que uno piensa perduran toda la vida? Lo que se está sugiriendo –después de haberlo comprobado en un experimento tras otro– es que mediante procesos exclusivamente cerebrales se puede influir en las vinculaciones genéticas y cambiarlas.
Estoy sugiriendo que el viejo debate entre los partidarios de las estructuras genéticas y las estructuras del pensamiento está a punto de terminarse. O si se quiere, que las cosas no son tan sencillas y simples como se creía. A mí me gusta decir que la separación entre derechas e izquierdas, o entre partidarios de la genética y de la mente, es un cuento.
¿Quieren saber en qué consistía el experimento que acaba de echar por tierra todo el dogmatismo implantado en la mente de casi todo el mundo? Se dividió a los participantes en dos grupos, a los que se pedía que limpiasen un piso. El primer grupo estaba formado por mujeres que le echaban tanto ardor y esfuerzo que apenas les costaba pensar que, en lugar de limpiar un piso, estaban haciendo deporte. «Es como hacer deporte; nada de limpiar», decían. El resultado del grupo de mujeres empeñadas en pensar que estaban haciendo algo distinto del cometido asignado es que adelgazaron, como si hicieran deporte.
El segundo estaba formado por mujeres convencidas de que estaban haciendo lo que estaban haciendo –es decir, sencillamente limpiar un piso–. En su caso, su peso permaneció inalterable al final de la tarea. En el caso del segundo grupo, las mujeres estaban tan convencidas de lo que estaban haciendo que para nada se alteraba su peso; exactamente lo contrario del otro grupo, para el que pensar que estaban haciendo deporte, en lugar de limpiar un piso, fue determinante para su peso.
Imagen-Pastor
Pastor en las montañas de Rumanía (Imagen: “Wikipedia”).
Acabo de leer una historia terrible en un diario francés –me he empeñado en fijarme en los artículos en los que lo importante es lo que se hace y no lo que se piensa–. Dos padres jóvenes le habían propinado tal paliza a su hijo menor de edad que le habían causado la muerte; fueron los efectos del abuso de la droga los que los indujeron a comportarse como dos delincuentes. Es lo que contaba el diario. A nadie se le ocurrió intentar descubrir lo que estarían pensando mientras cometían esa salvajada. La verdad es que la mayoría de la gente da importancia a lo que se está haciendo, y no a lo que se está pensando.
Es difícil imaginar cómo sería el relato del mundo en el que solo nos fijáramos en lo que los protagonistas de todas las historias estuvieran pensando, y no en lo que estuvieran haciendo. En el caso concreto que nos ocupa, explicaríamos con todo detalle lo que estaban pensando los padres homicidas sobre lo que pasaría después de esa muerte, porque descubrir precisamente esto era lo que les había motivado a llevar a cabo su crimen.
Tomemos un caso menos llamativo, como sería el de un pastor de cabras pensando en el futuro de su rebaño mientras un lobo se come a parte de su ganado, sin que él –que está soñando despierto– se dé cuenta de lo que está ocurriendo.
Pensando en el experimento con el que empezaba este artículo, el lector tiene todo el derecho del mundo a pensar qué es lo más importante: ¿acaso importa más el pensamiento rebuscado sobre si hay vida o no después de la muerte que el propio y vil asesinato de un niño cometido por una pareja homicida? ¿O es más importante dejar que el pastor prosiga su sueño –es lo que importa– y dejar al lobo que se salga con la suya?
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martes, 3 de septiembre de 2013

Redes-sociales-¿modelos-organizativos-o-servicios-digitales


http://www.andresduran.com/2009/01/redes-sociales-¿modelos-organizativos-o-servicios-digitales/
Con esta pregunta mi estimadísimo amigo Juan Freire abre una interesante reflexión en torno a la evolución y actual estado del arte de la denominada web 2.0. Esta reflexión es parte de un paper publicado por la Revista El profesional de la Información en su segmento Observatorio. Es un texto estimulante y que sin dudas abre nuevos horizontes..y es tremendamente inspirador para lo que actualmente me encuentro explorando desde una plataforma  empresarial.  Aquí va íntegro..
1. Las redes como modelo social básico
Las redes forman parte  de nuestra propia naturaleza biológica y cultural. Somos seres sociales y formamos redes desde nuestros inicios evolutivos. A lo largo de la evolución de nuestra especie y del desarrollo histórico de nuestras sociedades, la estructura de estas redes ha ido cambiando.

Así, inicialmente adoptaban en su mayoría un modelo organizativo extremo, conformando comunidades cerradas con escasa interacción con individuos externos. Utilizando la terminología actual, dominaban losvínculos fuertes. La cohesión, mediada por la identidad común dentro de la comunidad, era la mejor estrategia de supervivencia. En este sentido, las tribus y clanes, constituidos principalmente por vínculos familiares, fueron el modelo inicial y extremo de organización comunitaria cerrada. Este mismo modelo persiste hoy en día en muchas especies de primates, con las que compartimos gran parte de nuestra historia evolutiva. Pero además, estas formas sociales perviven hasta nuestros días, o renacen, en ciertos grupos humanos en que los “vínculos familiares” se han transformado en vínculos sociales y culturales relacionados con el nacionalismo o los movimientos de fan.
A lo largo de la historia de la humanidad, las organizaciones tribales han dado paso a los sistemas basados en mercados y finalmente a las organizaciones en red. En la sociedad contemporánea, gracias a la tecnología de la información y las comunicaciones, las organizaciones sociales adquieren nuevas tipologías (más abiertas y con mayor frecuencia de vínculos débiles) y escalas (tamaños de grupo mayores) abriendo posibilidades insospechadas de colaboración y producción colectiva. De este modo las redes sociales pueden funcionar, y desarrollar proyectos para crear conocimiento, más allá de límites organizativos o institucionales. De hecho, la red constituye un nuevo paradigma social y económico en que nos hemos instalado en las últimas décadas del siglo XX y que ha sido denominado “Sociedad Red”.
En las fases previas, que se han denominado Sociedad de la Información o del Conocimiento, el valor estaba en la producción de conocimiento, mientras que en la Sociedad Red el conocimiento es ya extremadamente abundante y el verdadero valor está en la capacidad de gestionar el conocimiento: identificar la información relevante, integrándola y “remezclándola” para aplicarla en objetivos específicos. De este modo surge el papel de “comisario digital”, en analogía al comisario o curator en el mundo del arte, como actor clave de la Sociedad Red.
Por otra parte, el propio desarrollo de las redes de comunicación y de información digitales ha contribuido a que vivamos en un contexto cada vez más complejo y con mayores incertidumbres en el que resulta esencial una organización en red, como estructura flexible y capaz de adaptarse rápidamente a cambios.

“La red constituye un nuevo paradigma social y económico que ha sido denominado Sociedad Red”

El Premio Nobel Ronald Coase propuso en 1937 la theory of the firm (en su artículo sobre la “naturaleza de la empresa”) para explicar a partir de los costes de transacción la existencia de las grandes empresas, un modelo organizativo que parecía innecesario en un sistema de mercado perfecto. Curiosamente, Ronald Coase fue en cierta medida el primero en predecir los cambios provocados por internet, dado que éstos se asocian en parte a la reducción de los costes derivados de la colaboración fuera de los límites de una empresa.




Todas estas razones, además de su potencial capacidad para el control absoluto de las redes, hacen que las herramientas de redes sociales sean, como propone Adam Greenfield, una mala idea. Asumir lo que podríamos denominar un “modelo Facebook” como red social y espacio colaborativo limita considerablemente las opciones de creación e interacción, por lo que parecen más interesantes alternativas basados en modelos distribuidos de tecnologías para redes sociales (combinación “a medida” de herramientas de la web 2.0) que, por supuesto, requieren un nivel elevado de competencias digitales para poder gestionarlas e integrarlas1Pero además el desarrollo de redes sociales abiertas sobre plataformas privadas, como sucede en la mayor parte de casos en que se utilizan programas de la web 2.0, sean estas servicios de redes sociales o una combinación de otras aplicaciones, da lugar a un sistema que podría ser esencialmente inestable. Las redes sociales en internet funcionan bajo un contrato social subyacente en el que los usuarios admiten ciertos usos comerciales de su información y contenidos mientras no sobrepasen el límite en que superan a los beneficios por la disponibilidad de la plataforma12. La estabilidad a largo plazo de un modelo de este tipo es una cuestión que aún deberemos dilucidar en un futuro próximo.
Referencias
1. Ronfeldt, David. In search of how societies work. The tribes – the first
and forever form, 2008. RAND working papers WR-433-RPC, 102 pp.
http://www.rand.org/pubs/working_papers/WR433/
2. Castells, Manuel. La era de la información: economía, sociedad y cultura,
2008, vol. I: La sociedad red (3ª edición). Alianza.
3. Freire, Juan (2008). “Conocimiento y usuarios en la cultura digital”.
Revista FRC, n. 16, pp. 53–57.
http://www.fcampalans.org/archivos/revista/13.jfreire.pdf
4. http://en.wikipedia.org/wiki/Theory_of_the_firm
http://www.cerna.ensmp.fr/Enseignement/CoursEcoIndus/SupportsdeCours/
COASE.pdf
5. Tapscott, Donald; Williams, Anthony D. Wikinomics: la nueva economía
de las multitudes inteligentes, 2007. Paidos Ibérica.
6. Howe, Jeff. Crowdsourcing: how the power of the crowd is driving the
future of business, 2008, Allen Lane. Random House Books.
7. Shirky, Clay. Here comes everybody: the power of organizing without
organizations, 2008.
8. http://es.wikipedia.org/wiki/N%C3%BAmero_de_Dunbar
9. http://en.wikipedia.org/wiki/Social_network
http://en.wikipedia.org/wiki/Social_network_services
10. http://speedbird.wordpress.com/2007/12/09/antisocial-networking/
11. http://www.soitu.es/soitu/2007/12/26/pieldigital/1198709458_424459.
html
12. Bauwens, Michel. La red social y sus contratos sociales, 2008, Minerva
09.
http://www.circulobellasartes.com/ag_ediciones-minerva-LeerMinerva-
Completo.php?art=276
Juan Freire, Universidad de A Coruña
http://juanfreire.net/