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lunes, 3 de octubre de 2011

Un gen viral que contrarresta las defensas del organismo.

Un gen viral que contrarresta las defensas del organismo. Madrid, 8 de julio de 2011.- /PRNewswire/ -- 

El investigador del CNB Luis Enjuanes acaba de describir en la revista PLoS Pathogens que el gen 7 del coronavirus de la gastroenteritis porcina transmisible contrarresta la respuesta antiviral del huésped consiguiendo una mayor supervivencia del hospedador.

Aunque nuestro sistema inmunitario tiene una serie de mecanismos para luchar contra los virus, éstos tienen otros que los contrarrestan, y por tanto, aseguran la supervivencia del virus. Conocerlos es un paso imprescindible para poder avanzar en la lucha contra las enfermedades que provocan los virus.

Para estudiar cómo causan enfermedades, en el laboratorio de Luis Enjuanes [ver] del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC trabajan con una familia de virus que causan desde diarreas en cerdos, hasta catarros y neumonías en personas. En el genoma de estos virus se encuentran tres genes que no son esenciales para su supervivencia. El 7 "puede contrarrestar la respuesta antiviral del huésped," según indica Enjuanes. Algo que nunca antes se había descrito en este grupo de virus.

Curiosamente, disminuir los mecanismos de defensa contra el virus causa una mayor supervivencia de las células del hospedador. Las defensas detienen la replicación del virus interfiriendo con su información genética causando la muerte de la célula infectada por el virus.

Los investigadores del CNB modificaron genéticamente el virus para que no tuviera este gen 7. Así, observaron que la ausencia de la proteína que produce dicho gen causa un aumento en la muerte de células infectadas por el coronavirus mutado. Aunque resulte llamativo que exista un gen que haga que el virus sea menos virulento, hay que tener en cuenta que el virus necesita que la célula esté viva para poder aprovechar sus funciones y generar más virus.

La proteína 7, cuya función era desconocida hasta ahora, se une dentro de las células a uno de los factores clave en la respuesta antiviral, la llamada proteína fosfatasa 1. El grupo de Enjuanes proponen que la proteína 7 "reduce la enfermedad que causa el virus pero aumenta el tiempo en el que el microorganismo se disemina y contagia a otras células."


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Referencias:

Cruz, J., Sola, I., Becares, M., Alberca, B., Plana, J., Enjuanes, L., & Zuñiga, S. (2011) CoronavirusGene 7 Counteracts Host Defenses and Modulates Virus Virulence [ver ] . PLoS Pathogens, 7(6), e1002090. DOI: .1371/journal.ppat.1002090.

via J.Monzo

La revolución de los neutrinos, de Miguel Ángel Quintanilla Fisac

Estamos apenas comenzando el nuevo siglo y los tiempos son propicios para los sobresaltos. Algo parecido sucedió ya al comienzo del siglo XX: cuando muchos pensaban que con Newton se había llegado al conocimiento definitivo de la realidad física, las nuevas teorías de la relatividad y de la mecánica cuántica hicieron que en unos pocos años el edificio más seguro de la ciencia se viniera abajo. Y, mientras se producía el cataclismo, otros cambios profundos agitaban a la humanidad: estallaba la Primera Guerra Mundial, triunfaba la revolución bolchevique, el automóvil, la industria de base científica, la emancipación de las mujeres…
También ahora hay quien piensa que la física está acabada y que la posibilidad de que se produzcan grandes revoluciones en nuestro conocimiento de las leyes fundamentales que rigen el universo son muy escasas. Y de repente un grupo de científicos nos anuncia que sus neutrinos viajan más rápido que la luz, lo que, de ser cierto, pondría en cuestión uno de esos principios que permiten considerar casi completo el edificio de la física fundamental.
Seguramente no es verdad, dice la mayoría de los científicos. Algún error se ha cometido que se aclarará en cuanto se repliquen los experimentos. O, en el peor de los casos, algún ajuste habrá que hacer en nuestras teorías para que podamos interpretar los resultados de forma coherente con la mayor parte de la física actual, aunque haya que revisar otras cosas.
Los científicos están acostumbrados a reconstruir el barco sin dejar de navegar con él, a reformar todo el edificio de la ciencia sin desperdiciar ninguna de las piezas valiosas del viejo edificio. Y así se hará también en esta ocasión, si fuera necesario.
Pero los grandes cambios nunca vienen solos y estamos nuevamente en una era propicia para la revolución: el capitalismo no funciona, los estados nación no valen para gobernar una sociedad globalizada, las tecnologías no conocen límite. Parece llegado el momento de construir otro orden social. Si fuera así, deberíamos volver la vista a los físicos y aprender de ellos a reconstruir la casa sin dejar de habitar en ella. Hagamos una revolución distinta: la revolución de los neutrinos, en la que todo puede cambiar pero sobre bases sólidas, sin renunciar a nuestros logros y sin respetar ningún dogma.
Miguel Ángel Quintanilla Fisac. Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia.