En matemáticas, la teoría de la "parada óptima" ayuda a resolver el problema de cuándo detenerse en una acción particular para "maximizar" la recompensa o "minimizar" los costes. En el amor, la cuestión está en saber cuándo se presenta esa oportunidadque puede ser única en la vida y cazarla al vuelo... o dejarla escapar.
Matematicas y el amor. fuente el mundo
Hannah Fry, profesora del Análisis Espacial Avanzado en el University College de Londres (UCL) y enamorada de las Matemáticas toda su vida, ha decidido aplicar la teoría de la "parada óptima" a los asuntos del corazón y ha llegado a la conclusión de que la ventana del éxito en las relaciones se abre a partir del 37% (38% en su caso, cuando conoció a su marido, Phil).
Las matemáticas de amor daba título a la charla del Hannah Fry en TED http://www.ted.com/talks/hannah_fry_the_mathematics_of_love que ahora llega también en forma de libro, a tiempo para la fecha señalada. "¿Cuándo deberíamos sentar cabeza?", se pregunta la analista en el clímax de su apasionante opúsculo.
Con una sencilla ecuación en la que "P" es la mejor persona, "n" es el número de potenciales amantes y "r" es la cifra de amantes rechazados, Fry llega a la conclusión de que el listón se sitúa por encima de esa cifra crítica del 37%. De modo que si uno está destinado a elegir entre veinte potenciales compañeros o compañeras, debería rechazar en cualquier caso los ocho primeros o primeras.
La ecuación perfecta tiene sin embargo un obvio "desperfecto", reconoce con ironía la propia Fry.... "A menos que seas un miembro de la Casa Real Británica en el siglo XVI (la época de Enrique VIII) o que seas Hugh Hefner (el magnate de Playboy) y puedas esperar un número infinito de amantes, ninguno sabemos realmente con cuántas personas acabaremos acostándonos en la vida".
De modo que la matemática del amor sugiere que apliquemos la regla del 37% o la "parada óptima" al tiempo en que realmente deseamos ser "activos" en la búsqueda de una pareja estable... "Si alguien tiene su primera relación a los 15 años y aspira a echar el ancla a los cuarenta, lo mejor es que espere al menos hasta los 24 para comprometerse. Superado el listón del rechazo, cualquiera que venga después tiene más posibilidades de ser la persona que buscamos".
Emoción vs ecuación
Ahora bien, cabe la posibilidad remota y humana -no contemplada por ninguna fórmula- de que la "persona ideal" aparezca en nuestro radar precisamente antes de que se abra la ventana del 37%. En ese caso, reconoce Fry, corremos el riesgo de extender la "fase de rechazo" al resto de nuestra vida y envejecer esperando la ocasión que no acabará de llegar (y maldiciendo las Matemáticas hasta la tumba).
Con grandes dosis de humor, Hannah Fry -que hizo su doctorado sobre la dinámica de fluidos- reconoce que su libro tiene el objetivo inconfesable de contagiar al común de los mortales su amor por las ecuaciones y los algoritmos...
"Soy la primera en reconocer que el amor y las matemáticas no son precisamente dos aliados naturales. Sé que la emoción del romance no se puede reproducir en una simple sucesión de ecuaciones, pero espero al menos persuadir a la gente de que las matemáticas nos pueden ofrecer una nueva perspectiva en cuestiones del corazón".
¿Qué posibilidades tiene cualquiera de encontrar el amor? ¿Cómo culminar con éxito una noche de farra? ¿Cuál es el momento para comprometerse? ¿Cómo sabemos que durará? ¿Cuál es la mejor estrategia para las citas "online"? ¿Cómo sabemos si es mejor llamar o esperar a que llamen?
La parada óptima, el cálculo de probabilidades, la ecuación de Drake o la teoría de juegos son algunas de las áreas que Hannah Fry aplica con rigor y con humor al terreno resbaladizo de las relaciones personales. Aunque admite sus "lagunas" en el campo de la psicología, la autora de Las Matemáticas del amor se desmarca con tres estrategias infalibles que al parecen funcionan en cualquiera fase de cualquier relación: ser uno mismo (explotar lo que nos hace "diferentes" en vez de ocultarlo), ser proactivo (preguntar antes de que nos pregunten) y ser claro y honesto (la mejor garantía de una relación duradera).
Hannah Fry nos remite a los sorprendentes resultados del sitio webOkCupid , creada precisamente por el matemático Christian Rudder: "La belleza es importante, pero curiosamente la gente busca otros elementos que hacen a alguien atractivo o actractiva, y uno de ellos puede ser la autenticidad. La mujer más "solicitada" en OkCupid no es precisamente la más bella, sino la más "tatuada", precisamente porque no tiene nada o casi nada que ocultar".
Aficionada a la astronomía y la física, Hannah Fry nos cuenta la experiencia de su amigo el profesor Peter Backus, de la Universidad de Warwick , que se desmarcó hace tres años con un sonado artículo -¿Por qué no encuentro novia?- aplicando a su vida personal la fórmula de Drake para las estimaciones posibles de vida en La Vía Láctea.
Drake estima que pese a la multitud de planetas, la posibilidad real de contactar con otras civilizaciones en nuestra propia galaxia no llega a cien. De la misma manera, Backus calculó que tan sólo 26 mujeres británicas podrían encajar en su órbita y que lo más probable era que acabara soltero. Se casó el año pasado.
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