Hacia una revolución digital más humana
La transformación digital es un término relativamente reciente pero que, a base de repetirse cual mantra del siglo XXI, ha pasado a convertirse en una de esas concepciones de las que todos hablan, pero pocos dominan. Entre los que sí conocen los entresijos que marcan la evolución de las empresas se encuentraJavier Casado, responsable del área digital de la consultora Everis, quien se desmarca de la corriente generalizada de alabanza a la tecnología para hacer hincapié en el capital humano como pilar de esta transformación.
Y es que, aunque contar con sistemas técnicos de vanguardia es esencial para afrontar la revolución tecnológica que se cierne sobre nosotros, para Javier Casado el verdadero diferencial que marca el éxito o el fracaso de una estrategia de transformación digital es la capacidad de cambiar la empresa por dentro, empezando por los propios empleados. «La transformación real en la empresa debe orientarse hacia el cliente, pero también internamente, incluyendo cambios en la captación del talento», explica el directivo. «Obviamente es necesario incorporar perfiles de Ciencias, pero también de Humanidades, en tanto que el trato con personas está en el epicentro de la ecuación. Así, antropólogos, sociólogos y psicólogos forman parte esencial de esta revolución, además de expertos en diseño de experiencia y en el uso inteligente de los datos».
Una transformación que también afectará a las posiciones más altas de las organizaciones. «Ya no vamos a ver CIOs que no sepan de negocio ni CEOs que no sepan de tecnología», asegura Casado. «Estamos empezando a ver ese cambio en varias grandes compañías, con altos directivos digitales que van accediendo a puestos de poder en grandes empresas y Consejos de Administración que van incorporando estos perfiles».
Y es que, como sintetiza Casado, «una empresa que no tiene organizado su vestuario no puede ofrecer buenos productos. La transformación de los procesos internos es, en sí misma, una ventaja competitiva». Pero, más allá incluso, esta transformación digital no debe modificar los paradigmas sobre los que se sustenta la empresa en la actualidad, sino garantizar que se podrán ir cambiando conforme vaya madurando la era digital. «No tenemos sólo que cambiar los procesos actuales de la empresa, debemos generar una cultura del cambio que garantice no sólo la evolución de hoy, sino también la de dentro de cuatro años», confirma Javier Casado.
http://www.elmundo.es/economia/2016/09/16/57d9238622601d1d078b45f4.html
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