, Ivan Illich (1926 – 2002) fue un pensador austríaco que analizó implacablemente y no sin polemizar, muchas de las atrocidades del mundo de la modernidad. Fue el autor de una serie de críticas a las instituciones clave del progreso en la cultura moderna, formulando profundas críticas a la educación escolar, a la medicina profesional y de patente, al trabajo por cuenta ajena no creativo, al consumo voraz de energía necesaria para el desarrollo económico como una negación de la equidad y la justicia social, entre otros temas.
Leyendo La Sociedad Desescolarizada, escrito en 1971, me percato de la vigencia de muchas de sus ideas. Cuando uno lee este tipo de textos, escritos en contextos levemente diferentes a los actuales pero que deslizan con intuición las señales de un cambio emergente planateado desde el territorio de la crítica, resulta muy grato buscar la manera de reapropiarse de tales ideas y procurar difundirlas. Ello sucede porque es hoy cuando se evidencia con mayor contraste la claridad de las críticas esbozadas.
En este caso se trata de una crítica a la educación tal y como se lleva a cabo enlas economías “modernas”. Illich, sin siquiera tener idea de la revolución comunicacional que hoy vivimos con la fructificación de redes y medios sociales, se mostraba favorable al autoaprendizaje, apoyado en relaciones sociales libremente intencionadas en encuentros y conversaciones fluidas e informales. Para Illich el sistema educativo actúa como un embudo institucional – cultural que impide que cada uno transforme cada momento de su vida en un momento de aprendizaje, de compartir, de interesarse y por eso propone la des-institucionalización de la educación como punto de partida hacia la des-institucionalización de la sociedad. ¿Educación 2.0? me pregunto
fuente:humanismoyconetividad
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