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jueves, 17 de agosto de 2017

"Lo que mantiene la vida no es la competencia, sino el equilibrio" MÁXIMO SANDÍN

 Explica la vida como la asociacion y cooperacion de las bacterias y virus que nos componen y diferencian geneticamente de otras especies. Y por que sin entendernos a fondo, se nos programa para un destino que conviene a alguien que nos usufructua.
El ser humano de hoy se comporta mas de acuerdo a los intereses de otros seres que le imponen su voluntad, que de acuerdo a un patron de evolucion y libre albedrio
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"Lo que mantiene la vida no es la competencia, sino el equilibrio"

La nueva biología nos cuenta que los virus y las bacterias no son nuestros enemigos. De hecho, somos un pequeño planeta poblado por billones de diminutos seres organizados en ecosistemas .MÁXIMO SANDÍN

Máximo Sandín es doctor en bioatropología y licenciado en ciencias biológicas. Autor, entre otros, de Madre tierra, hermano hombre: Introducción a la ecología humana (ed. de la Torre) y Pensando la evolución, pensando la vida (Crimentales).
“Un rayo de esperanza”, así califica Máximo Sandín las nuevas investigaciones en el campo de la biología, que permiten cuestionar el darwinismo y ofrecer nueva luz sobre nuestra condición de seres vivos. Nuestra especie, según Sandín, es producto de continuas transformaciones en cuya base están los virus y las bacterias.
¿Qué es la ‘nueva biología’?
Aunque no existe como corriente establecida, hay científicos que buscan un cambio en la interpretación de los fenómenos evolutivos. La biología convencional sigue siendo la concepción darwinista de la vida, basada en prejuicios culturales e ideológicos, como la “lucha por la vida” de Thomas Malthus y la “supervivencia del más apto” de Herbert Spencer, con la supuesta aportación de Charles Darwin, la “selección natural”.
Y continua...
Posteriormente, la llamada “síntesis moderna” se basa en una concepción simplista y reduccionista de la genética que los nuevos descubrimientos y métodos de estudio están demostrando falsa. Lo que mantiene e impulsa la vida no es la competencia entre los seres vivos, sino el equilibrio, en el que todos los componentes son necesarios para su funcionamiento, por lo que la naturaleza y la vida no son producto del azar y la competencia, sino de procesos complejos que se pueden entender científicamente.
Entre el creacionismo de unos y el darwinismo de otros, ¿qué propone usted?
He procurado primero examinar los datos, y después deducir qué significan. Los rasgos generales resultantes son, en primer lugar, que la vida apareció en la Tierra en forma de bacterias y virus, y en segundo lugar, que los seres vivos están formados por una agregación de estos virus y bacterias o de sus descendientes.
Y en un tanto por cierto sorprendente
Hace poco se ha comprobado que el 98,5% del genoma que se consideraba “adn basura” en realidad controla y regula al otro 1,5%, donde se pensaba que estaban solo los genes. Uno y otro están formados por genomas completos o fragmentos de genomas de virus, retrovirus o elementos provenientes de ellos.
¿Cómo explica entonces la evolución?
Los grandes cataclismos producidos en la historia de la Tierra han movilizado a los virus y a los elementos móviles de los genomas produciendo así los cambios en la flora y la fauna que llamamos evolución, que yo prefiero llamar “transformación”.
¿Cuál es la diferencia?
Que no es un fenómeno individual sino colectivo, porque los cambios no se producen al azar, ya que estos elementos y virus tienen tendencia a moverse a sitios concretos. Es una visión global que se ajusta a la concepción de Lamarck, anterior a Darwin, según la cual en la naturaleza reina el equilibrio y lo que impulsa la evolución es la capacidad de respuesta de los organismos a los estímulos ambientales.
¿Podría explicar brevemente las diferencias que lo separan del darwinismo?
Contrariamente a la idea darwinista de que la vida se ha producido solo en la Tierra, al azar y por competencia, yo creo que la vida es inherente al universo, aunque por ahora no podamos saber cuándo y cómo se produjo. Los darwinistas creen que la evolución se produce porque un individuo sufre una mutación al azar que le da una ventaja sobre el resto de su especie, y sus descendientes sustituyen a los otros por competencia.
En cambio, la transformación...
Yo lo considero un cambio que tiene que ser colectivo, que se produce en muchos individuos a la vez o incluso en un ecosistema, como refleja el registro fósil. Esto ocurre porque los virus endógenos y algunos elementos móviles de los que forman los genomas, además de responder del mismo modo dentro de una especie, tienen la capacidad de “transferencia horizontal” de genes entre distintas especies.
¿Cómo se discute a una figura como la de Darwin?
Mi “lucha” es contra el darwinismo, que es una creación interesada y ajena a Darwin. Una serie de figuras influyentes en el mundo científico de la época, encabezadas por Thomas Henry Huxley, lo “asesoraron” cambiando muchos contenidos de El origen de las especies y añadieron justificaciones retóricas para sostener sus prejuicios y su ideología retrógrada: todos eran eugenistas, convencidos de que había que “mejorar” la herencia humana impidiendo que los no aptos se reprodujeran. Estas ideas sirvieron a los grandes magnates mundiales para justificar “científicamente” sus ansias de poder.
¿Somos bacterias y virus, como dice el nombre de su web?
Esta conclusión es el resultado de la suma de datos científicos acumulados en los últimos años. Las células de nuestro cuerpo son bacterias más o menos modificadas. Hace tiempo se calculó que teníamos 10 veces más bacterias que células en el cuerpo, pero probablemente sean aún más. Se ha comprobado que estas colonias bacterianas están controladas por “fagos”, virus bacterianos que regulan las poblaciones y ejercen funciones de comunicación entre sus componentes. Es decir, son los que “controlan” nuestro organismo.
¿Y nuestro genoma?
La mayor parte de nuestro genoma o bien es de origen bacteriano o se origina en virus que insertaron sus secuencias genéticas en las bacterias que originaron la célula, y posteriormente en los distintos organismos. Esto pone de manifiesto que existen concepciones muy arraigadas que hay que combatir, como la consideración de los virus y las bacterias como “enemigos”, y otras que han de ser reconsideradas a fondo, como las “enfermedades genéticas”.
¿No hemos de combatir contra los virus?
Lo que puede resultar más preocupante es la lucha contra los virus desde el mismo momento de su descubrimiento. El aspecto patógeno de bacterias y virus puede producirse cuando alguna “agresión” ambiental (en muchos casos producida por el hombre) altera sus actividades.
¿Y más allá del ser humano?
Podemos decir otro tanto: se están comenzando a comprender las impresionantes funciones biogeoquímicas de las bacterias y los virus en la naturaleza. Existen más de cien millones de bacterias por gramo de tierra sin las cuales no podrían existir las plantas. Las bacterias del suelo “reciclan” los productos de desecho y los organismos muertos, “limpian” las sustancias tóxicas y hacen disponible el nitrógeno de la atmósfera para las plantas.
Por todas partes...
En el aire y en las aguas marinas y fluviales existen cifras similares y realizan funciones parecidas, incluyendo la formación de nubes y de los copos de nieve. Entre ellas siempre están los virus, que son los que intercambian información entre las bacterias y controlan sus ecosistemas. No solo se puede decir que somos bacterias y virus, sino que las bacterias y los virus son la vida. ¿se puede concebir algo más diferente a la historia que nos han contado?
¿Hay que cambiar entonces los libros de texto de biología?
El verdadero problema no son los libros; habría que cambiar el modelo social. La educación pública, gratuita y obligatoria no surgió con el objeto de fomentar la igualdad de oportunidades, sino con el de hacer más eficaces a los trabajadores y formar al pueblo de una forma controlada, a la medida de los intereses del poder establecido. Las escuelas son centros de “instrucción”, de “uniformización” mental y los contenidos son controlados por “la autoridad”. Desde luego, lo que no se fomenta es la creatividad y, mucho menos, el espíritu crítico.
¿La ciencia se está escapando de las manos del ser humano?
La ciencia, la verdadera ciencia, pone ante nuestros ojos cosas maravillosas. ¿No resulta maravilloso conocer que cada uno de nosotros somos un pequeño planeta poblado por billones de diminutos seres organizados en ecosistemas que están “trabajando” para mantenerlo con vida? Cuando la ciencia y la tecnología se ponen al servicio del poder es cuando se pueden convertir en un instrumento de opresión. La manipulación de procesos biológicos, sin conocer realmente su funcionamiento ni las consecuencias, por parte de las empresas de la mal llamada “ingeniería genética” o “biotecnología” ha dado muestras de que puede constituir un serio peligro para la humanidad. Esta es la ciencia que se está escapando de las manos del ser humano. Incluso de los que creen que la controlan.

 

http://www.mentesana.es/entrevistas/maximo-sandin_1190


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