Jesús San Miguel: atacar el cáncer de forma individual
https://elpais.com/elpais/2017/11/30/eps/1512051838_863160.html?id_externo_rsoc=FB_CM
El director médico de la Clínica Universidad de Navarra asegura que para ganar la batalla a la enfermedad hay que enfrentarse a ella con tratamientos ultrapersonalizados.
PARA Jesús San Miguel, (Almarza, Soria, 1953), hematólogo y director médico de la Clínica Universidad de Navarra en Pamplona, todo gravita alrededor del paciente. “Te sugieren que deberías parar un poco, reducir las consultas. Pero me quitarían el oxígeno. Ellos son mi fuente de inspiración”.
El enemigo que combate, el mieloma múltiple, tiene una biografía
temible: un cáncer de la sangre que ocurre en la médula ósea, puede
lesionar los huesos y padecen anualmente entre 2.000 y 3.000 personas.
Hace años suponía una sentencia de muerte. Pero los tratamientos —siete
nuevos fármacos en los últimos cinco años— han aumentado la curación
hasta un 30%. Hay una revolución en marcha. Cuando los enfermos acuden
por primera vez a su consulta, explica San Miguel, a menudo lo hacen con
miedo. Hay que ponerse en su piel. “Dejan su salud, en muchos casos
temblando, en tus manos. Estás al otro lado de la mesa, pero recae sobre
ti una responsabilidad superior”.
San Miguel reflexiona sobre la autosuficiencia contra la que todo
médico debería estar vacunado. La define como un “defecto genético” de
fábrica que suele marcar muchas hornadas de médicos recién salidos de
las Facultades. Y que hace que el especialista se sienta molesto cuando
escucha de su paciente que quiere buscar una segunda opinión, absolutamente necesaria según este hematólogo soriano.
Cada cáncer se expresa de manera distinta en cada persona, por eso es vital tratarlo de forma individualizada
Él abraza la máxima de Gregorio Marañón: “No hay enfermedades, sino
enfermos”. El enfoque adquiere todo el sentido cuando hablamos de cáncer.
Cada patología cancerosa se expresa de una forma diferente en cada
persona, por eso es una guerra que se libra en equipo. Aquí no sirven
los personalismos. La paradoja es que para lograr la victoria se hace
necesario individualizar al máximo los tratamientos. San Miguel lo
define como una “medicina de precisión”.
Como director médico del hospital en Pamplona, San Miguel se ha encargado de coordinar a los distintos especialistas para que trabajen con la misma filosofía de equipo. Y ahora se dispone a aplicar el mismo modelo en Madrid, donde la Clínica Universidad de Navarra acaba de inaugurar una nueva sede —46.000 metros cuadrados construidos, 500 profesionales, 130 médicos, 120 enfermeras y 25 millones de euros en equipamiento tecnológico—. Frente a la enfermedad, sea cancerosa o de otra naturaleza, tienen que trabajar conectados para individualizar al máximo los tratamientos.
La otra cara de la moneda son aquellos a los que San Miguel no puede salvar. En pacientes con las mismas características, unos responden al tratamiento y otros no. “En ese caso, mi obligación es volver al laboratorio para encontrar respuestas. De otra forma sería injusto para el enfermo”.
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