Para qué sirve invertir en ciencia
Una terapia que mejora el pronóstico de las cirugías, un tratamiento para personas con leucemia o conocer por qué tenemos el corazón a la izquierda son ejemplos de la necesidad de invertir en investigación básica
El
valor de la ciencia no solo se mide por la cantidad de aplicaciones
tecnológicas o productos que genera. Sin embargo, es la manera más fácil
de visualizar la importancia del conocimiento para un país y sus habitantes.
A continuación, mostramos tres ejemplos de avances logrados por equipos
científicos españoles durante el último año en el campo de la
biomedicina.
Salvar uno de los grandes obstáculos de la cirugía
Cuenta
Damián García-Olmo, jefe del Departamento de Cirugía del Hospital
Universitario Fundación Jiménez Díaz, que el principal problema para un
cirujano es la cicatrización. El dolor, las hemorragias o el rechazo son
dificultades que se combaten con más éxito, pero no tanto el cierre de
las heridas. Él ha sido el líder de un largo proyecto que ayudará a
solventar ese problema, de momento para los enfermos de la enfermedad de
Crohn.
Esta
enfermedad puede producir dolorosas fístulas perianales difíciles de
operar. Estas lesiones requieren a veces varias operaciones. En la
segunda o la tercera intervención es muy probable que queden
incontinentes. El equipo de García Olmo desarrolló un tratamiento con
terapia celular para mejorar la cicatrización. Aunque el éxito de este
tratamiento ronda el 50%, no produce lesiones y se puede repetir varias
veces.
Este viernes, la Agencia Europea del Medicamento aprobó una terapia celular bautizada
como Cx601, la primera a base de células de un donante que se pondrá a
disposición del público en Europa. La empresa que tiene los derechos de comercialización es
la multinacional japonesa Takeda, pero el camino para producir el nuevo
fármaco es un éxito del sistema español de ciencia y tecnología.
“Todo
empezó con un grupo académico que yo dirigía en la Universidad Autónoma
de Madrid y el Hospital Universitario La Paz”, explica García Olmo. Más
adelante, cuando se observaron resultados positivos, entró en el
proyecto la compañía Genetrix, surgida del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas. El investigador cuenta que esta
incorporación fue importante para superar la bajada de financiación de
la I+D del Estado Español que “hemos notado todos extraordinariamente”.
Finalmente, y tras superar un primer fracaso en los ensayos clínicos
definitivos, el apoyo de la biofarmacéutica Tigenix, una empresa que
realiza su I+D en Tres Cantos (Madrid), hizo posible llevar la nueva
terapia a los pacientes.
En
un primer momento, el producto no estará disponible en España, porque
aún no se ha negociado su incorporación al sistema público de salud, y
comenzará aplicándose en otros países europeos. Después de probar su
efectividad con las fístulas perianales, se buscará aplicar este tipo de
células para ayudar a la cicatrización en otras cirugías.
https://elpais.com/elpais/2017/12/15/ciencia/1513341820_679800.html
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